Vale
Verga La Vida
Abrió sus ojos con
dificultad. Sus parpados se cerraban de vuelta y le era imposible levantar la
vista. Pudo divisar, la tenue iluminación inconfundible de cuarto de hospital.
¿Qué hacía en un
hospital? ¿Finalmente la enfermedad familiar hizo mella en su cuerpo y podía empezar
a considerarse Diabético?
Trató de mover las
extremidades de su cuerpo, para asegurarse que aún las conservaba; le aterraba
la idea de no ser capaz de caminar, o de tomar un maldito vaso de agua por sí
solo.
Asustado, trató de
levantarse al no sentir ni brazos ni piernas, pero no pudo. Estaba demasiado
sedado; su cuerpo pesaba tanto como una roca, y sus fuerzas eran tantas como
las de una triste cigarra; ¿qué esperanzas tenía de erguir el torso, cuando ni
sus parpados soportaba en pie?
Con los ojos
entrecerrados, y lleno de frustraciones, intentó pedir auxilio. Tenía sed, le
raspaba la garganta y la maldita luz del techo le imposibilitaba simplemente
dormir por ahora. ¿Es que no podía un pobre diabético tener un buen servicio
para variar?
Tosió. Una enfermera se
acercó a él y tras revisarle, le habló en términos médicos que él no pudo
entender. ¡Vamos, campeona! ¿No vez que el pobre tipo está sedado, y
probablemente sin extremidades? ¡Háblale en un lenguaje que él pueda entender!
Dios, estos dedicados a la salud de Latinoamérica, me disculparán los cubanos,
pero la efectividad está de más cuando la humanidad se queda en tercer término,
luego del dinero y de la efectividad misma.
Y sigue teniendo sed.
Se remojó los labios
secos con su torpe lengua, rasposa como lija; pero da igual, apenas y puede
sentirla.
Contó los cuadros de
azulejos blancos que su campo de visión le permitía contar en el techo; 54; 54
malditos azulejos. ¿Quién necesitaba tantos? ¿Y por qué demonios hacía tanto
frío en ese lugar? ¿Es que no podía un buen samaritano tener siquiera una manta
para cubrir su cuerpo?
De mal humor, cerró los
ojos al verse simplemente noqueado de momento. Sus parpados al cerrarse,
rojizos por dentro, le hicieron dolerse un poco; ¿por qué esa área estaba tan
sensible? Oh… ahora era su cabeza la que empezaba a dolerle; y no precisamente
en levedad… como una onda expansiva, cada uno de los resquebrajos en su azotea
se unieron en una cadena inconmensurable de dolor que le hacían desear tener
sus brazos para arrancarse la cabeza… ah, pero al pobre lo habían amputado por
diabético… ¿o no? Estaba tan sedado que ya no sabía ni que pensar… esperen, ¿si
le dolía la cabeza en verdad seguía tan sedado como él pensaba?
¡Meh! Demasiados
pensamientos para un diabético sedado sin brazos ni piernas y un inmenso,
INMENSO dolor de cabeza.
Gruñó, adolorido. Pues
ahora su cuello también sufría. ¿Qué carajos estaba pasándole? ¡Merecía un
maldito descanso! ¿Qué clase de cruel deidad se atrevía a traerle a un mundo en
el que le torturaban de esta forma? ¡Con penurias así, no le extrañaba que
hubiese intentado matarse!
… Esperen… ¿intentó
matarse?...
… chu, chu, chu…
… cha, cha, cha…
… oh… recuerdos
encontrados en medio de tanta incertidumbre…
Hizo memoria… y al
parecer, así fue: se recordó siendo dejado por su mujer que encima le engañaba,
despedido del trabajo, odiado por su hija, arrebatado hasta de su perro por
culpa de las malditas garrapatas que le pegó la perra de la dueña de la
vecindad, (y no precisamente hablando de la mascota de la doña), ¡y hasta
desheredado por su propia madre! La cosa se ponía peor, ¡TODO ESO OCURRIÓ EN
UNA SEMANA!
Estaba tan hundido en
su depresión, que subió a hurtadillas al techo del edificio de su compañía, y
se puso de pie al borde, más que dispuesto a saltar… pero se acobardó, como en
todos los momentos claves de su miserable vida.
El muy poco hombre, no
pudo dar el paso decisivo. Pasó lo mismo cuando debió cantar frente a toda la
escuela durante el show de talentos de la primaria, simplemente se quedo
quieto, con las lágrimas retenidas en sus horrendas pupilas dilatadas, y dando
pena. En esta ocasión, dio más pena aún, pues ya no era un niño; era un
perdedor de 40 años, sin familia, sin amigos, sin perro, sin trabajo, y
próximamente sin casa.
Para su mala fortuna,
el tibio se queda a medio camino. Cuando intentaba regresar a la seguridad del
suelo, resbaló por no abrocharse las agujetas de sus zapatos hechos en china, y
cayó en picada por el edificio, no sin antes golpearse fuertemente en la nuca
con el borde. Lo siguiente que recuerda, es estrellarse contra una ventana y
salvarse de una muerte segura apenas rompiéndose unos huesos, y destrozando las
instalaciones de su ex trabajo… pobre imbécil; ni la muerte le salió bien.
Así que no era
diabético, ni estaba amputado. Era solo un triste sujeto, más perdedor que
vencido, pero más vencido que perdido.
No le bastó con perderlo
todo, en penitencia por buscar rendirse, el universo puso ante él la condena de
tener que aguantarse el dolor físico, la sed, el frío, y la pésima iluminación
del cuarto de hospital.
¿Era esta la vida por
la que todos se apasionaban? ¿La misma vida que inspiró tantas historias dignas
de ser escuchadas? ¿La misma vida que dio nacimiento a héroes, y glorias
ajenas? Imposible pensarlo, su vida, al menos, VALÍA VERGA.
Vi la forma de vida más desdichada otorgada a un hombre que sin saber si la merecía o no, le fue impuesta de un momento a otro.
ResponderEliminarEl título me sorprendió, el tiempo que eh leído tus escritos no se me presento tal enigma: ¿por que la idea de poner un insulto a una existencia?
Muchas palabras de inmundicias o agradecimientos se pueden decir de ella de acuerdo le valla a cada individuo, más por mi parte, en una situación similar: valdría verga la vida.
Sya.
Ummmm interesante el corto, me gustó la narracion, pero creo que le faltó pulir un poco para poder conectarse mas con el personaje, animooo sigue escribiendo!
ResponderEliminarpor el titulo me esperaba algo comico 100% como "no se, te amo" pero esta aunke es tragico, creo, lo siento un poco tragicomico. digo, a nadie le va taaaaaaan mal, cre ke te excediste, por kerer hacerlo... ammm intenso, le pusiste mucho y no me supo muy bien, aunke tus escritos, incluido este, siempre me gustan mucho por como te expresas. tienes sello personal aunke no se como definirlo, pero ahi esta.
ResponderEliminarun poco mucho, pero bueno al fin y al cabo.