Capítulo 2: Jorge el dinosaurio filósofo
Iba
Leslie rumbo a la escuela con su lonchera
(Ya
había superado lo de la regadera)
Y
es que ese día era su primer día de clases
En
la escuela de actuación, donde aprendería artes
Iba
ella soñando de cuando fuera una estrella
“Ahí
va la dinosauria más bella” se le antojaba que le dijeran
Y
es que para Lesliberta soñar es un arte
Por
eso detallaba muy bien a su novio cantante
Un
tipo muy alto, galante, dueño de un gigantesco yate
Que
se llame Stefano y que le guste el tomate
(¿WTF
con eso?)
En
fin… iba Lesliberta caminando frente a su escuela
Cuando
con alguien se estampó y cayó de sentaderas
“¿Quién
se me ha atravesado?” Preguntó furiosa
Luego
hizo un seño obsceno cual marinera de costa
“Oh disculpa, no fue mi intención lastimarte” Fue lo que dijo el tipo que
tenía adelante “Solo que estaba pensando
de todo un poco y se me ha pasado el tiempo, lo sé, soy un tonto”
Lesliberta
arqueó una ceja (¿las dinosaurias tienen cejas? Luego de mi desinformación se
quejan) y como le habían enseñado sus tías las teiboleras se disculpó como
haría una damisela:
“No, no… la culpa es mía… venía soñando de las cosas
que tendría si mi vida fuera más linda”
Y
como Lesliberta era una joven sana en crecimiento
Le
dio al muchacho un recortón pa´ver si estaba bueno
(Aunque
no rime, cabe decir que no fue así y Lesliberta se decepcionó)
Era
un dinosaurio pequeño con aires de pensador
Aunque
vestía más o menos como un perdedor
¡Pero
bueno! No parecía mala persona
Y
es que a Leslie le enseñaron a ser amable con la gente boba
“Bueno, de cualquier forma disculpa” Se
disculpo el muchacho con notoria angustia
“Si me lo permites, me gustaría compensarte por mi deliberación abrupta”
“¿Delibe qué?”
Preguntó Leslie desganada “¿Sabes qué? Fírmame
un cheque y ya no me deberás nada”
El
muchacho meditó por unos segundos, trató de rascarse la barbilla pero sus
brazos cortos lo trolearon, inmundos.
“No tengo dinero con que pagarte, pero puedo con
conocimiento recompensarte”
Lesliberta
se cruzó de brazos (aunque como a Jorge los muy ingratos la trolearon… y es que
esto de ser tiranosaurio rex no era cosa fácil… pero eso ya es otro tema)
“No me interesa el conocimiento, yo soy una actriz en
entrenamiento” Lesliberta sonrió con hostilidad al viento “Y si vieras tele sabrías que los actores no
necesitamos de eso”
“Bueno, no me pondré a discutir eso”
respondió el dinosaurio (sin comer queso) “pero
eso no significa que no podamos ser amigos… jugar, correr hablar y más que eso…”
“Bueno, supongo que tienes razón”
Leslie se rascó la panza por comezón “incluso
los famosos debemos hacer amigos a diario, ¿y qué mejor que sea alguien del
proletariado? Mi nombre es Lesliberta la tiranosauria, futura estrella de las
novelas diarias”
Lesliberta
estrechó su corta mano con delicadeza, como diciendo “bésala como si fuera yo
una princesa”
Pero
su nuevo amigo solo con un apretón le respondió, claramente de mujeres el tipo
no sabía ni chicharrón
“Mi nombre es Jorge el tiranosaurio, mucho gusto
Lesliberta… espero que a partir de ahora convivamos en nuestra existencia”
Y
esa es la bella historia
De
cómo Lesliberta y Jorge formaron su primer memoria
Una
bella amistad nos aguarda sin duda
De
un dinosaurio filósofo y una diva aun nula
Tal
vez ellos serán muy diferentes
Pero
bueno… no tanto, digo… los dos tienen dientes
Pero
ese no es el punto, como siempre, me voy por las ramas…
Lo
que digo es que los dos tienen buenas almas
¿Y
quién sabe lo que nos depara el futuro?
Quizás
en una de esas hasta terminen juntos
Pero
bueno eso ya es historia de otro día
Estoy
cansado, borracho y a punto de perder la vida
Por
eso ahora me despido, ¡Joder! Creo que empiezo a alucinar con niños chinos
Jalando
mis piernas y masticando el teclado
No
vuelvo a comer caldo pasado x_x…
Bueno
ahora si ya me despido
¡Esperen
a la próxima aventura de Lesliberta y sus amigos!
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